Modelo Pedagógico
Modelo Pedagógico
Como institución educativa acogemos las ideas el modelo educativo CONSTRUCTIVISTA desde la visión de Mario Carretero (1999) "Básicamente puede decirse que es la idea que mantiene que el individuo, tanto en los aspectos cognitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos, no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día con día como resultado de la interacción entre esos dos factores. En consecuencia, según la posesión del constructivismo, el conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino una construcción del ser humano. ¿Con qué instrumentos realiza la persona dicha construcción?, fundamentalmente con los esquemas que ya posee, es decir, con la que ya construyó en su relación con el medio que lo rodea".
Características
1. Se apoya en la estructura conceptual de cada estudiante: parte de las ideas y preconceptos que el estudiante trae sobre el tema de la clase (ideas previas)
2. Anticipa el cambio conceptual que se espera de la construcción activa del nuevo concepto y su repercusión en la estructura mental.
3. Confronta las ideas y preconceptos afines del tema de la enseñanza, con el nuevo concepto científico que enseña.
4. Aplica el nuevo concepto a situaciones concretas y lo relaciona con otros conceptos de la estructura cognitiva con el fin de ampliar su transferencia.
Es importante señalar que el docente debe de estructurar experiencias interesantes y significativas que promuevan el desarrollo cognoscitivo del alumno de acuerdo a sus necesidades y condiciones del mismo.
De acuerdo con Díaz-Barriga , un profesor constructivista debe reunir las siguientes características:
• Es un mediador entre el conocimiento y el aprendizaje de sus alumnos.
• Es un profesional reflexivo que piensa críticamente en su práctica, toma decisiones y soluciona problemas pertinentes al contexto de su clase.
• Promueve aprendizajes significativos, que tengan sentido y sean funcionales para los alumnos.
• Presta una ayuda pedagógica ajustada a la diversidad de necesidades o intereses y situaciones en que se involucran los alumnos.
• Respeta a sus alumnos, sus opiniones, aunque no las comparta.
• Establece una buena relación interpersonal con los alumnos basada en valores que intenta enseñar: el respeto, la tolerancia, la empatía, la convivencia, etc.
• Evita apoderarse de la palabra y convertirse en un simple transmisor de información, es decir, no caer en la enseñanza verbalista o unidireccional.
El estudiante que aprende no es un sujeto pasivo ante el enseñante o el entorno. El conocimiento deja de ser solo producto del ambiente y un simple resultado de las actividades internas del aprendiz, pasa a ser una construcción por interacción, que se va produciendo y enriqueciendo cada día como resultado entre el aprendiz y los estímulos externos.
Tal actividad se propicia mediante:
• El ejercicio de la investigación
• El fomento de la autonomía intelectual y moral
• El aprendizaje significativo o la memorización comprensiva
• La aplicación de lo aprendido y los procesos de individualización y socialización.
Se trata de motivar y enseñar al estudiante a pensar y actuar a través de contenidos significativos y contextualizados. En este proceso, el estudiante es el responsable de su proceso de aprendizaje.
Esta concepción de la evaluación ofrece ventajas como son “darle importancia a los procesos y acontecimientos que suceden en su propia aula y las informaciones y valoraciones que le permitan tomar decisiones sobre los mismos”, la posibilidad de intervenir para modificar lo que sea necesario es una cualidad que se le agrega a la evaluación desde este enfoque.
También se concibe la evaluación como un proceso de reflexión sobre la propia acción con la finalidad de mejorarla. Es el caso de Carlos Rosales quien entiende “una actividad de reflexión sobre la enseñanza”. Y aclara más adelante: “esta reflexión se entiende como evaluación si se sitúa en el origen de decisiones para el perfeccionamiento”.